El ícono del heavy metal y exvocalista de Black Sabbath, Ozzy Osbourne, falleció el pasado 22 de julio debido a un paro cardíaco derivado de una enfermedad coronaria, agravada por el Parkinson que padecía.
Esto lo confirmó su certificado de defunción entregado por los familiares del músico a las autoridades.
El documento añade que un grupo de paramédicos intentó asistirlo por más de dos horas, sin éxito.
Posteriormente, el paciente fue trasladado en helicóptero a un hospital en Londres, donde se declaró oficialmente su muerte. (Por Katia Plascencia Muciño)
