El Ministerio de Justicia ruso incluyó a Reporteros Sin Fronteras en la lista de organizaciones extranjeras “indeseables”, lo que implica la prohibición de sus actividades y posibles procesos judiciales contra quienes colaboren o financien a la ONG.
Con sede en Francia, Reporteros Sin Fronteras ha denunciado la represión a la prensa en Rusia y brinda apoyo a periodistas perseguidos.
Desde la invasión a Ucrania en 2022, el gobierno de Vladimir Putin ha intensificado el control sobre la disidencia, prohibiendo decenas de medios y organizaciones.
La lista de “indeseables”, creada en 2015, supera las 250 entidades, entre ellas Amnistía Internacional y Greenpeace.
