Desde la entrada en operación de la Línea 3 en septiembre de 2020, es imposible determinar si las vibraciones que produce el tren ligero generaron más daños al templo de San Francisco, pues se dejaron de tomar mediciones. El ingeniero Salvador Lazcano, integrante de la mesa técnica de rescate del templo, expresó:
“Hace más de un año que no hay registro, no se ha monitoreado, entonces realmente ahorita se ignora que está ocurriendo con la vida, con el diario ir y venir del tren ligero allí abajo”.
Los daños que tiene el templo por las obras preventivas que se le hicieron, hacen que esté en una gran vulnerabilidad, principalmente en caso de sismo con epicentro cercano a la Zona Metropolitana, por ejemplo, uno que se genere a menos de 30 kilómetros en la falla geológica del Río Santiago. (Por Héctor Escamilla Ramírez)