A dos semanas de la elección para renovar más de 880 cargos en el Poder Judicial, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró su respaldo al voto ciudadano como vía para designar a jueces y ministros, asegurando que renunció al derecho presidencial de nombrarlos porque “el pueblo debe decidir”.
Ante las crecientes críticas, defendió el proceso como un acto democrático frente a lo que calificó como prácticas elitistas del pasado, y señaló que actualmente la justicia no es equitativa.
Recordó que la propia presidenta de la Corte admitió que la mitad del personal judicial llega por vínculos personales y no por méritos.
