La tormenta vespertina de ayer derribó una larga valla metálica en una obra de avenida López Mateos, a la altura de la calle Cubilete.
La valla, de unos dos metros de altura y colocada a lo largo de 300 metros por avenida López Mateos, terminó doblada, encima de árboles, postes y paradero de camiones, un trabajador señala.
“Ah pues que no tiene soporte de nada, ni de atrás ni nada, está clavada en algunas partes de la pared -¿Qué fue lo que la tiró?- Pues el viento, la lluvia”.
En el lugar se realiza una edificación hacia el interior del terreno, mientras tanto la gente tiene que bajarse al arroyo de la calle de avenida López Mateos para poder pasar. (Por José Luis Jiménez Castro)