El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó sus señalamientos contra el expresidente Barack Obama, acusándolo de encabezar una supuesta conspiración para desacreditar su victoria en 2016, como parte de una estrategia para desviar el enfoque del caso Jeffrey Epstein.
Aunque aseguró no seguir de cerca el proceso contra Ghislaine Maxwell, cómplice del fallecido magnate, enfrenta presión de su base para revelar más información.
Trump acusó al gobierno de Obama de filtrar datos falsos sobre presunta interferencia rusa, mientras que el expresidente demócrata calificó de “ridículas” las acusaciones.
El mandatario negó haber tenido vínculo con los delitos de Epstein, pese a su relación pasada con él.
