El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que los migrantes realizan labores que los ciudadanos estadounidenses no están dispuestos a hacer, especialmente en sectores como la agricultura.
En entrevista con CNBC, afirmó que los trabajadores migrantes “no se pueden sustituir fácilmente” y que su gobierno busca proteger a los agricultores ante posibles afectaciones por las deportaciones.
Señaló que se están preparando regulaciones para permitir el regreso legal de algunos migrantes tras ser expulsados, en un esfuerzo por equilibrar su política migratoria con las necesidades del mercado laboral.
El empleo de extranjeros ha caído en 1.7 millones desde marzo, lo que se reflejó en un informe laboral que el mandatario criticó duramente.
