Tras bombardear tres instalaciones nucleares en Irán, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que si no hay paz “habrá más tragedias”, mientras Irán lanzó una nueva oleada de misiles contra Israel y prometió represalias “sin demora”.
El ataque estadounidense, coordinado con Israel, destruyó instalaciones en Fordow, Natanz e Isfahán, según Trump, quien destacó que “no hay equipo militar que iguale lo hecho” y agradeció al primer ministro Netanyahu.
Teherán respondió con amenazas, incluidas posibles acciones contra flotas estadounidenses en Bahréin y el cierre del estrecho de Ormuz.
Israel reportó explosiones en Jerusalén y Tel Aviv, mientras organismos internacionales y gobiernos como el mexicano urgieron al diálogo y a evitar una escalada que podría detonar un conflicto regional de gran magnitud.
