La ciclovía está bien, lo que está mal son las orejas que la protegen, confirma un vecino de la colonia Analco, a referirse a la trampa que se han convertido los aditamentos de cemento que se colocaron sobre la ciclovía de avenida Revolución, prácticamente invisibles, sobre todo por las mañanas cuando se circula de frente al sol.
“La ciclovía está bien, lo que está mal son las pestañalas, escalones, no sé cómo les llamen para delimitar el lineamiento, están muy anchos”.
Las protecciones de cemento extremadamente anchas por la ciclovía de avenida Revolución no sólo han provocado ya accidente sino tráfico lentos al reducir los carriles de circulación desde Calzada del Ejército a la Calzada Independencia. (Por José Luis Jiménez Castro)