El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que se aplicará a los refrescos y bebidas azucaradas a partir del 2026 podría sufrir ajustes, aunque la decisión final corresponde a las áreas económicas del Gobierno Federal, así lo comenta el presidente de la Comisión de Salud del Senado, José Manuel Cruz.
“Yo creo que no va a ser así, ya en la realidad, cuando se ajuste todo, va a ser beneficio de todos. Ellos están conscientes de todo lo que pasa en torno a las bebidas y todo lo que tenga que ver con la ingesta de sobre exceso de azúcar, de grasa y de harinas”.
De cualquier manera, añade el legislador morenista, el objetivo central del gravamen es desincentivar el consumo de azúcar y productos ultraprocesados que detonan sobrepeso, obesidad y enfermedades crónico-degenerativas, por lo que es visto con buenos ojos por la mayoría parlamentaria. (Por Arturo García Caudillo)
