Aunque la medida ha sido rechazada por el Gobierno de China al considerar que México está atentando contra el comercio global, la presidenta Claudia Sheinbaum, asegura que los aranceles de hasta cincuenta por ciento a productos orientales no tienen carácter coercitivo ni están dirigidos contra un país en particular.
“Bueno, primero, no son medidas de coerción y no son contra China, eso es muy importante, no son medidas contra un país, tenemos muy buena relación con China y queremos seguir teniendo muy buena relación con ellos”.
La Primera Mandataria explica que estas medidas se aplican a todos los países con los que México no tiene un acuerdo de libre comercio, buscan fortalecer la economía nacional sin violar normas internacionales, no responden a presiones de Estados Unidos y sí al Plan México. Asimismo, dijo estar abierta a platicar con los representantes chinos y que incluso Corea del Sur ya tuvo un acercamiento con la Cancillería. (Por Arturo García Caudillo)
