Con el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, quien enfrentó a la delincuencia organizada, la violencia en el país llega a grado superlativo y representa una afrenta para el gobierno federal, sentencia el senador panista y exgobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña.
“Esto que sucedió el sábado, pues es una afrenta al Gobierno de la República, cuando un presidente municipal con mucho valor, no lo podemos nadie negar, estaba haciendo la tarea correspondiente porque lo dijo desde hace un año que tomó la posesión como presidente municipal, que él necesitaba y quería cuidar a su pueblo”.
Ramírez Acuña, quien fuera Secretario de Gobernación en la primera etapa de la administración de Felipe Calderón, lamenta que la presidenta Claudia Sheinbaum responsabilice a los expresidentes de oposición de la violencia en Michoacán.
Lo hace, dice, porque es un recurso que le sirve a su retórica. (Por Gricelda Torres Zambrano)


