Comerciantes de empanadas que año con año se instalan en el Templo de la Merced durante Semana Santa, están inconformes y al borde de la protesta, pues llegaron esta mañana al andador Pedro Loza para comenzar a trabajar, pero personal del ayuntamiento tapatío se los negó con el argumento que por la pandemia no podían colocarse ahí.
El tema es que esto se los dicen después que ya pagaron sus permisos, tenían asignado un lugar y ya habían comprado su mercancía para empezar la venta, pues por el reglamento es la única semana del año donde pueden instalarse en el Centro. Les ofrecen irse a Plaza Tapatía, pero están en desacuerdo, porque ahí ni siquiera hay templos cerca. Habla un afectado:
“Nosotros estamos conscientes de lo que es la pandemia y como les he mencionado nosotros llevamos una distancia fácil de tres a cuatro metros de distancia de un puesto a otro. Estamos en un lugar que es abierto”.
Los inspectores sólo les dijeron que quien no estuviera de acuerdo hiciera los trámites para regresar su permiso y culparon que fue la arquidiócesis la que no quería el ambulantaje. (Por Héctor Escamilla Ramírez)