La discusión de la reforma que reducirá la jornada laboral a cuarenta horas semanales se trasladó al periodo legislativo de 2026.
Pese a que Morena planteaba enviarla al Congreso en diciembre, la falta de acuerdos frenó el proceso.
La Secretaría del Trabajo mantiene mesas de diálogo mientras el sector privado advierte mayores costos laborales, sindicatos insisten en que la reforma es una deuda histórica.


