El miedo es muy mal consejero. Puede impulsar a la gente a cometer muchas atrocidades. Y rebasar muchos de los límites que una persona sensata difícilmente violentaría en condiciones normales.
Nadie aprende en cabeza ajena. Los nuevos iluminados que cada tres años llegan a las alcaldías pretenden inventar el mundo, aunque pudiera resultarles más cómodo y menos arriesgado aprender de las buenas o malas prácticas del pasado remoto o reciente.
Hay una dura y severa sentencia, que ilustra el desenlace que pueden tener algunas delicadas situaciones sociales, cuando los gobiernos -por incapacidad, negligencia o frivolidad- dejan de cumplir sus responsabilidades de brindar seguridad y justicia al pueblo.
“Cuando se alteran los pueblos agraviados, y resuelven, nunca sin sangre o sin venganza vuelven”, se advierte en un pasaje de la obra teatral “Fuente Ovejuna”, que el español Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 1562-1635) publicó en 1613.
El hombre es el único ser sobre la faz de la tierra que suele tropezarse dos veces en el mismo lugar y con la misma roca.
Por eso no fue extraño que el pasado 5 de marzo del 2021 se anunciara que la colonia Providencia, de Guadalajara, tendría un escudo, para rechazar a personas indeseables que cometieran delitos y violaran leyes y reglamentos.
Piero Vega, un líder vecinal de la colonia Providencia Norte, confirmó a la reportera de Mural, Fernanda Carapia, la colocación aleatoria de retenes para revisar autos, motos y camiones repartidores de mercancías y alimentos.
“Vamos a tener retenes durante varios días de la semana durante la tarde-noche, vamos a tener cuatro o cinco patrullas y van a parar a todos: a las motos, a los carros, todo lo que es Uber, DiDi, vecinos, los que no sean vecinos, a quien se tenga que parar, se va a parar”, aseguró Vega.
La discrecionalidad de las medidas, aunque presumiblemente preventivas, también podrían abrir espacios para los recurrentes abusos de algunos presuntos servidores públicos, pues se anunció que de manera paralela los agentes de Movilidad estarían multando a los dueños de los vehículos estacionados en banqueta o lugares prohibidos, así como supervisando la operación de los valet parking y liberando el espacio público de apartalugares y lavacoches.
El miedo, la inseguridad, impulsaron a los vecinos a tomar medidas: “Es para inhibir a los rateros y a todas las personas que quieran venir aquí a robar a las personas, estamos tratando de bajar los delitos y controlar más la colonia”, reiteró el líder vecinal.
También en la colonia Americana es fuerte el miedo, que se entrevera con el tufo maloliente de un mal disimulado clasismo y desprecio hacia personas a quienes ha arrollado la desgracia.
Desde hace por lo menos 15 días apareció en el cruce de las calles José Guadalupe Montenegro y Simón Bolívar, una manta que advierte: “En esta Colonia se activó el botón rojo de seguridad. Por lo tanto, si no trabajas o vives aquí está prohibido vagar, pepenar o dormir en las banquetas o casas solas”.
La nota, publicada en Mural y firmada por el reportero Martín Aquino, explica que la Comisaría de Guadalajara informó que ya fueron identificados quienes colocaron esa lona: “Se van a reunir (personal de la Comisaría) con la persona que colocó este anuncio, para escuchar la problemática que advierte en la lona, pues aparentemente es por un tema de indigentes; la Gerencia Municipal tendrá una reunión posterior con líderes de vecinos para establecer soluciones y reforzar la vigilancia”.
También algunos funcionarios pueden sucumbir a la tentación autoritaria, cuando la desesperación y la impotencia son fuertes.
La tarde del jueves 3 de agosto del 2017, el Alcalde de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, se fue por la libre y organizó, con sus policías preventivos, operativos de revisión aleatoria, para tratar de detectar y detener carros robados. Se negó a llamarles retenes, aunque tuvieran esa característica.
El edil zapopano estaba desesperado porque no había resultados tangibles de la Fuerza Única Metropolitana que prometió el entonces gobernador priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
Tampoco había dado frutos la Agencia Metropolitana de Seguridad, que se presumió sería un espacio para diseñar estrategias para enfrentar los problemas de inseguridad, según el convenio firmado el lunes 17 de octubre del 2016, entre el gobierno estatal y por lo menos seis alcaldes metropolitanos de Movimiento Ciudadano: Enrique Alfaro Ramírez, de Guadalajara; Pablo Lemus Navarro, de Zapopan; María Elena Limón García, de San Pedro Tlaquepaque; Alberto Uribe Camacho, de Tlajomulco de Zúñiga; Héctor Álvarez Contreras, de Zapotlanejo y José Refugio Velázquez Vallín, de Juanacatlán.
La gente siempre parece dispuesta a sacrificar derechos y garantías, cuando la inseguridad agobia, y acceder a someterse al yugo autoritario de quienes puedan ofrecer alguna respuesta, aunque esta sea abusiva y arbitraria, que más que corregir, profundice los males y la zozobra.
Los retenes violan una garantía de libertad enunciada en el Artículo 11 constitucional: “Todo hombre tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes. El ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad administrativa, por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración, inmigración y salubridad general de la República, o sobre extranjeros perniciosos residentes en el País”.
También vulneran el principio de legalidad expresado en el Artículo 16 constitucional, puesto que propician un acto de molestia, que suele no estar fundado y motivado: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal de procedimiento”.
El miedo es muy mal consejero y sus arrebatos pueden dar origen a acciones terribles de personas buenas, educadas, decentes y tranquilas, que un día se hartan y se rebelan ante los abusos de los criminales y las incapacidades del gobierno. (Por Pedro Mellado Rodríguez)