“Born to Run”, el tercer disco de Bruce Springsteen, fue su gran salto al estrellato. Publicado el 25 de agosto de 1975, logró el puesto número 3 en el Billboard 200 y consolidó su reputación global.
El álbum plasma con energía épica el deseo de escapar y encontrar libertad, a través de himnos como “Thunder Road”, “Born to Run” y “Jungleland”.
Su sonido, influenciado por el icónico “muro de sonido”, combina saxofón, glockenspiel, guitarras y arreglos orquestales que lo vuelven monumental.
Desde su lanzamiento, es considerado una obra maestra del rock y uno de los discos más influyentes de su generación.
