El peso mexicano cerró en 18.34 unidades por dólar, con una ganancia de 0.31 por ciento.
La apreciación ocurrió en línea con otras monedas latinoamericanas, como el real brasileño.
No obstante, analistas advirtieron que la volatilidad podría aumentar por el inminente cierre del gobierno estadounidense.
En contraste, el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores cayó 2.55 por ciento, su mayor baja desde abril, arrastrado por una pérdida de 15.43 por ciento en las acciones de Grupo México.
