Agentes de la Patrulla Fronteriza realizaron una redada nocturna en un edificio de apartamentos en Chicago, donde descendieron en rapel desde helicópteros y derribaron puertas.
Sin embargo, la acción impactó a familias y ciudadanos estadounidenses, quienes denunciaron agresiones, amenazas y comentarios ofensivos de los agentes.
Las autoridades señalaron que la operación estaba dirigida a integrantes del Tren de Aragua, pero no respondieron a las denuncias de abusos.
