La hipertensión arterial en niños y adolescentes se duplicó a nivel global en los últimos veinte años, al pasar de tres por ciento en el año 2000 a más de seis por ciento en 2020, de acuerdo con un estudio internacional.
El análisis, basado en datos de más de 400 mil menores de 19 años, estima que 114 millones de jóvenes viven actualmente con esta condición.
Especialistas advierten que el incremento está estrechamente ligado a malos hábitos de vida, en particular al aumento de la obesidad infantil.
El fenómeno es considerado alarmante por sus implicaciones a largo plazo, ya que eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta y plantea un desafío urgente para los sistemas de salud y las políticas de prevención.


