A pesar de cancelar servicios de alimentación con el argumento de que el costo de los contratos implicaban corrupción, el Senado aumentó en 40 por ciento el presupuesto que destina a las comidas y cafetería de los senadores, al pasar de más de 13 millones en 2024 a casi 19 millones de pesos en 2025.
Hasta el 2024, el Senado entregó contratos a dos empresas para proveerle del servicio de comidas dentro y fuera de sus instalaciones.
Este año decidió contratar solo a la empresa Mobiliarios Mifflin SA de CV, y aumentaron los gastos sin explicación alguna.



