El devastador terremoto que sacudió el este de Afganistán el domingo pasado elevó este jueves su saldo a 2 mil 205 muertos y 3 mil 640 heridos, según el Gobierno talibán, convirtiéndose en el sismo más letal en décadas.
Las labores de rescate continúan en la provincia de Kunar y zonas vecinas, aunque la esperanza de hallar sobrevivientes disminuye y la prioridad es ahora la ayuda humanitaria para miles de personas que perdieron sus hogares.
Organismos como el Consejo Noruego para los Refugiados advierten que la emergencia golpea a un país con recursos desbordados tras años de crisis.
Con escaso personal médico, aldeas incomunicadas y voluntarios intentando suplir la falta de técnicos, la situación se agrava tras un nuevo temblor de magnitud 4.7 registrado este jueves en la misma región.
