La extorsión como la que viven limoneros no es exclusiva de Michoacán, porque este delito se ha extendido impune por todo el país, asegura la exdirectora del Centro de Derechos Humanos del ITESO, Alejandra Nuño, al hablar sobre el asesinato de Bernardo Bravo, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán.
“No es un caso aislado de los limoneros. En Jalisco y Michoacán hay denuncias por cobros de piso a aguacateros y el control delincuencial trajo como consecuencia que el año pasado, el gobierno estadounidense suspendiera la importación de ese producto por la agresión sufridas a sus inspectores”.
Alejandra Nuño recuerda que Bernardo Bravo había recibido amenazas por denunciar las extorsiones de grupos criminales a los limoneros, que en un año han sido asesinados cinco productores en Michoacán y que no bastó que el sector parara sus actividades por un mes en Apatzingán y Buenavista para denunciar el cobro de derecho de piso. (Por Gricelda Torres Zambrano)



