El asesinato del alcalde de Uruapan debe marcar un antes y un después en materia de seguridad en México, asegura la presidenta de los diputados, Kenia López Rabadán.
“Cruzó una línea que debe marcar un antes y un después. Las autoridades responsables deben reconocer que los niveles de violencia han sobrepasado los límites de lo tolerable. Los delincuentes no pueden ser los dueños de México, ni quienes decidan quién vive y quién muere. Debe haber justicia y debe detenerse la delincuencia que por acción o por omisión ha sido tolerada”.
Los criminales no pueden seguir matando y quedar impunes, añadió, este acto es un parteaguas y por ello llamó a la unidad nacional al rechazar los discursos de división, y considerar que estos solo fortalecen a los criminales. (Por Arturo García Caudillo)




