El Ayuntamiento de Tlaquepaque inauguró el altar de muertos más grande del mundo, con una extensión de tres mil 329 metros cuadrados, lo que supera su propio récord del año pasado.
Inspirado en la pasión mexicana por el fútbol, el altar rinde homenaje a las Copas Mundiales de 1970 y 1986, además que fusiona elementos prehispánicos y contemporáneos.
Más de 200 personas participaron en su montaje, quienes utilizaron casi tres toneladas de aserrín y más de 100 mil flores.
La obra, instalada en la calle Juárez, forma parte del XV Festival de Día de Muertos “Tradición Viva”.


